Romain (Mathieu Spinosi) tiene 23 años, llega tarde al entierro de su abuelo, es un chaval con muchas ambiciones, quiere ser escritor pero de momento trabaja como portero de noche en un hotel; su padre, Michel Esnard (Michel Blanc) acaba de jubilarse y ahora le da todo un poco igual. La abuela, Madeleine (Annie Cordy) de 85 al quedarse sola deciden que lo mejor es que se vaya a vivir a una residencia, cosa que parece no tomar con agrada y un buen día desaparece...
La cinta francesa dirigida por Jean-Paul Rouve, es un relato sin excesivas pretensiones, una historia con algún que otro momento interesante pero que no da mucho de sí. Desde el momento en que tienen que buscar a la abuela podría decirse que se trata de una road movie, pero vamos, es lo de menos.
Musicalmente tiene una base de Jazz, y la fotografía es interesante, le da un puntito de gracia a una historia justita.
Los actores estan bien, el cine francés la verdad es que pasa por un buen momento y tanta actividad influye en tener una buena "cantera", pero como digo la historia en general me pareció sosilla, se puede ver una vez y olvidarla.
Nota: 5,7
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