Al acabar la II Guerra Mundial la costa Danesa estaba plagada de minas dejadas por el ejército nazi. Para desconectar y sacar las minas de las playas se usaron a los nazis que había por allí, en su mayoría chavales recién incorporados al ejército. La cinta cuenta el caso real de 12 de esos chicos, capitaneados por el sargento Carl Leopold Rasmussen (Roland Møller) que supervisa las peligrosas tareas de desactivación...
La película está dirigida por Martin Zandvliet, quien también se hace cargo del guión. Nos enfrentamos en éste caso ante un drama bélico después de concluida la contienda, pero que no es menos dramática y que plantea cuestiones morales como toda actividad humana.
El apartado técnico contribuye a la tensa narración, tanto por la espléndida fotografía de Camilla Hjelm como la música de Sune Martin y el equipo de dirección de arte que hacen fluir de momentos dramáticos a otros frugales, como un partido de fútbol en la playa de los prisioneros y el sargento.
La cinta es bastante interesante y entretenida (dentro de ser un drama claro), las actuaciones de los jóvenes actores son buenas y la de Roland Møller está muy bien. Sobre la ética de las actuaciones del ejército Danes y el uso de niños-soldado, pues es complicado, mejor ver la peli y cada uno que decida...eran otros tiempos, aunque hoy en día por desgracia siguen existiendo niños-soldados.
Nota 7
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